El escritor chino Mo Yan, considerado el Kafka oriental, en literatura
Mo Yan nació en 1955 en
Gaomi, un pueblo pobre de la provincia costera de Shandong. Publicó diez
novelas, ocho de las cuales fueron traducidas a múltiples idiomas.
Su obra recorre la agitada historia
del último siglo de China: ritos y tradiciones de las zonas rurales y el alma
del pueblo chino, con un lenguaje realista, descriptivo y hasta satírico.
"Mi realismo habla de
la gente normal. Presento al lector todo tipo de caracteres, personajes con los
que no ha tenido contacto nunca, situados en un ambiente especial, en el que se
puede respirar el olor y oír los sonidos de la vida rural", explicó en una
nota con el diario español El Mundo, en 2008.
Él mismo ha reconocido la
influencia de Liev Tolstói, William Faulkner y Gabriel García Márquez en sus
creaciones. Sus autores extranjeros preferidos son Ernest Hemingway, Günter
Grass y Yasunari Kawabata. Los chinos, Lu Xun y Wang Anyi.
Al recibir la noticia vía
telefónica en su domicilio, Mo Yan se ha mostrado «lleno de alegría y
asustado», según ha confirmado la Academia, que recomienda su obra «Las baladas
del ajo» (Kailas, 2008).
Gracias a su novela «Sorgo
rojo», llevada al cine en 1987 por el prestigioso director Zhang Yimou, el
recién nombrado premio Nobel de Literatura es uno de los escritores más famosos
de China. En el país de las copias y la censura, tal distinción conlleva un par
de pesadas cargas: ser uno de los autores más pirateados del mundo y estar
permanentemente en el ojo de huracán, ya sea por su compromiso político o por
la falta del mismo. Precisamente, esto es lo que le achacan algunos disidentes
como Ma Jian, prohibido en China por obras como «Pekín en coma».
Aunque sus libros destacan
por su aguda crítica social, Mo Yan ha conseguido sobrevivir en el difícil
mundo de la literatura china sin pisar demasiados callos al autoritario régimen
del Partido Comunista. Para ello, quizás haya tenido que morderse la lengua en
más de una ocasión, empezando por su propio nombre literario, Mo Yan, que en
mandarín significa algo así como «abstente de hacer comentarios».
Toda una declaración de
intenciones que Guan Moye, como realmente se llama, confesó durante un discurso
en la Universidad Abierta de Hong Kong. Quizás porque en la antigua colonia
británica se respira más libertad que en Pekín, allí reconoció ante un
auditorio lleno de estudiantes que escogió dicho nombre para recordarse a sí
mismo que era mejor no hablar demasiado en un país como China, donde las
opiniones sinceras no son siempre bienvenidas.
«Generación pérdida»
Nacido en 1955 en la
provincia oriental de Shandong, en el seno de una familia de campesinos, Mo Yan
pertenece a esa «generación pérdida» de chinos que tuvo que dejar los estudios
para trabajar en una fábrica durante la infame «Revolución Cultural» (1966-76)
de Mao Zedong. Con 20 años, ingresó en el Ejército Popular de Liberación, donde
empezó a escribir sus primeros relatos a principios de los 80 ante la mirada
inquisitiva de sus superiores.
Mo Yan significa en mandarín
«abstente de hacer comentarios»
Tras ser nombrado profesor
de Literatura en la Academia Cultural del Ejército, Mo Yan alcanzó renombre
mundial gracias a la adaptación cinematográfica de su novela «Sorgo rojo», que
supuso el debut del director Zhang Yimou y de la actriz Gong Li y ganó el Oso
de Oro del Festival de Berlín en 1988. Ambientada, como muchas de sus obras, en
los pueblos de su provincia natal que le vieron crecer y pasar hambre, «Sorgo
rojo» retrata la azarosa vida de una joven que es vendida al dueño leproso de
una destilería durante los violentos años de la ocupación japonesa (1931-45).
Influido por la ironía
social de Lu Xun, el padre de la Literatura china contemporánea, el realismo
mágico de Gabriel García Márquez, y autores occidentales como William Faulkner,
Mo Yan ha cultivado un fino sentido del humor, bastante negro a veces, en
títulos como «La vida y la muerte me están desgastando» y «Grandes pechos,
amplias caderas», ambos publicados en español por Kailas.
Homenaje a las sufridas mujeres
chinas
En el primero repasa la
turbulenta historia de China durante la segunda mitad del siglo XX gracias a
una metafórica reencarnación budista que convierte a un terrateniente ejecutado
por sus «pecados burgueses» en un burro, un buey, un cerdo, un perro, un mono
y, finalmente, de nuevo en un niño. En el segundo, prohibido en China, su
visión histórica se amplía desde los últimos tiempos de la dinastía Qing hasta
el fin del maoísmo para homenajear a las sufridas mujeres de este país, ya que
su protagonista, casada con un hombre impotente, tiene ocho hijas fuera de su
matrimonio antes de alumbrar al ansiado varón.
Mientras en «Las baladas del
ajo» (Kailas) vuelve a posar su mirada en la China rural durante el principio
de las reformas económicas iniciadas por Deng Xiaoping en 1978, en «La
república del vino» critica la corrupción de un régimen que aún se denomina
comunista pero practica el capitalismo de Estado más salvaje mientras una
sociedad anestesiada por la modernidad y el dinero se entrega a los placeres de
la comida y el alcohol tras décadas de penurias. Con estas obras monumentales,
el mundo entero, y sus propios compatriotas, han conocido un país tan
fascinante, pero también brutal, como China. Y todo gracias a un escritor que,
curiosamente, no quería hablar.
El «primer» Nobel que China
puede celebrar
Por primera vez, China puede
celebrar abiertamente que uno de sus ciudadanos ha sido galardonado con el
premio Nobel. En 2010, el disidente Liu Xiaobo se enteró de que había recibido
el de la Paz en la cárcel, mientras cumplía una condena de 12 años de prisión
por liderar la «Carta 08» por la democracia. Y no entre rejas, sino en su
exilio en la India, es donde el Dalai Lama supo en 1989 que su lucha por la
causa tibetana le había hecho merecedor también del Nobel de la Paz.
En 2000, el de Literatura recayó sobre Gao Xingjian,
que huyó de China en 1987 y cuyos libros están prohibidos en este país. Por su
parte, los otros Nobeles chinos son científicos que han cambiado de
nacionalidad para desarrollar sus carreras en otros países.
Bibliografía de Mo Yan:
- «Sorgo rojo» (El Aleph,
2002).
- «Grandes pechos, amplias
caderas» (Kailas, 2007).
- «Las baladas del ajo»
(Kailas, 2008).
- «La vida y la muerte me
están desgastando» (Kailas, 2009).
Adaptaciones al cine:
- «Sorgo rojo» (1987)
(dirigida por Zhang Yimou)
- «Happy Times» (2000)
(dirigida por Zhang Yimou).
- «Nuan» (2003) (dirigida
por Huo Jianqi)
"Mi padre me dijo que
no hablara y que aparentara ser mudo"
Mo Yan es en realidad un
seudónimo que adoptó cuando empezó a escribir, mientras estaba alistado en el
Ejército.
"Mo Yan no es mi
verdadero nombre, yo me llamo Guan Moye. Elegí ese apodo, que significa «No
hables», en recuerdo a los años en los que no podía dirigir la palabra a
nadie", explicó en ese reportaje con El Mundo.
"Eran los tiempos
turbulentos de la Revolución Cultural, en los que había conflictos entre la
gente de mi pueblo todos los días. Mi padre era agricultor, pero mi familia
tenía una posición desahogada, y tenía miedo de que dijera algo inconveniente y
trajera la desgracia a los míos. Así que me dijo que no hablara y que
aparentara ser mudo", contó.
Mo Yan es el menor de cuatro
hermanos. Tuvo que dejar el colegio cuando estaba en primaria. "Mis
recuerdos están repletos de soledad y hambre. La década de 1960 fue muy difícil
en China. Pasaba todo el día en el campo cuidando de las vacas y las ovejas,
mientras los chicos de mi edad estudiaban y jugaban en el colegio. Había veces
que no veía a nadie en todo el día", relató.
En el Ejército
A los 18 años empezó a
trabajar en una fábrica. Su tiempo se repartía entre ese trabajo y el campo. En
1976 intentó entrar en el Ejército. "Era la mejor forma de tener una buena
vida, pero había un límite de edad, así que mi familia cambió mi fecha de
nacimiento y puso un año menos. Entonces, hacer esto era muy fácil, ya que no
tenía partida de nacimiento. Por eso alguna gente piensa que nací en
1956", explicó.
En 1981, Mo Yan publicó su
primera novela, Lluvia en una noche de primavera. "No era fácil, los
oficiales en el cuartel me criticaban porque escribía en lugar de hacer mi
trabajo. Así que en 1984 entré en la Escuela de Arte y Literatura del
Ejército". A partir de ese momento, vivió de la literatura.
Obras:
Las baladas del ajo
Grandes pechos amplias
caderas
Sorgo rojo
La república del vino
El rábano transparente
Lluvia en una noche de
primavera.
El nombre de Mo Yan ya había
sido mencionado en varias ocasiones como posible Nobel de Literatura. En 2008,
en una entrevista con El Mundo, dijo: "Quizá dentro de cien años; es un
premio occidental, es difícil para los extranjeros comprender la literatura
china. Además, es compleja de traducir a otros idiomas".
Competir contra Munro, Roth
y Murakami, restaban posibilidades al escritor chino Mo Yan de llevarse el
Premio Nobel de Literatura 2012. Sin embargo, se hizo del galardón literario
más importante.
acido como Guan Moye en
febrero de 1955, en una familia de granjeros de Gaomi, Mo Yan es el seudónimo
con el que se ha convertido en uno de los escritores chinos más populares en el
mundo... No obstante, en su país han sido prohibidos sus libros. Mo Yan
significa "sin hablar".
Poseedor de un estilo que
seduce al lector por el tratamiento de sus historias, la creación de ambientes
y la construcción de sus personajes, Mo Yan dejó la escuela durante la
Revolución Cultural y empezó a trabajar en una refinería petrolera... Luego se
incorporó al ejército de liberación popular.
Al iniciar la década de los
80, mientras empezaba su carrera literaria, impartía clases de literatura...
Como los de su generación, en su obra recrea y describe las costumbres y los
mitos de las zonas rurales chinas.
Traducido a los más
importantes idiomas de occidente, es considerado el Kafka chino. También ha
sido comparado con Milan Kundera, Gabriel García Márquez y William Faulkner. A
fines de los 80, Sorgo rojo fue su primera novela, misma que lo dio a conocer
en occidente. Es un título imprescindible del movimiento literario chino
conocido como Literatura de las Raíces.
Su novela "Republic of Wine",
se cuenta entre las más elogiadas de la literatura china de los últimos
tiempos... Otras de sus obras son Las baladas del ajo y Grandes pechos, amplias
caderas... En ella, Mo Yan usa a sus personajes para hacer comentarios
políticos y sociales... Contado como el principal narrador asiático hasta
ahora, Mo Yan suma nueve novelas y 70 relatos.
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